Libro
Felipe Posada Obregón asumió el riesgo
de cultivar su poesía por casi tres décadas antes de decidirse a ofrecerles a
otros —lectores o desprevenidos— la cosecha que usted tiene en sus manos. Las
consecuencias de esa decisión irradian
desde la esencia de sus versos con una luz
en ocasiones cálida y en ocasiones enceguecedora. Al mismo tiempo, envuelven
sus poemas como una tupida manta. Su
lírica es salvaje y gracias a esa condición
puede moverse entre extremos que tan
solo son caras complementarias e inseparables de una misma realidad: los barrios
sórdidos de Bogotá y las sublimes montañas que los vigilan desde el oriente, la interminable amistad y las cuevas de la soledad, el vicio y la redención. La poesía
está feliz en estas páginas porque, tras
años de maduración paciente, Felipe,
poeta en el siglo XXI, ha dejado de estar y
ser inédito. Enhorabuena por Muñecas
rotas, su primer libro publicado.