Libro
El 18 de noviembre de 1959, Ingeborg
Bachmann le hace una petición a Paul
Celan: “Lass uns die Worte finden”, déjanos encontrar las palabras. De ese conjuro, en dos idiomas, entre el vacío y la incomunicación, nace este poemario, a la
vez epistolario, que escucha y posterga el
suicidio.